viernes, 29 de marzo de 2013

Ragol.-Almeria

Rágol es un municipio español de la provincia de AlmeríaAndalucía. En el año 2012 contaba con 356 habitantes.  Se encuentra situada a una altitud de 425 metros y a 39 kilómetros de la capital de provincia,Almería.
El término municipal de Rágol cuenta con 26,92 km2, y pertenece a la comarca del Valle Medio del Andarax. Limita con Alboloduy, Instinción y Canjáyar. El pueblo se halla situado en el margen derecho del río Andarax, al pie de Sierra de Gádor.Geológicamente se engloba con formaciones del complejo alpujárride y nevado-filabride, dentro de la zona Bética que constituyen la Sierra de Gádor y Sierra de los Filabres.Situaciòn geografica y demografia.
Historia y Origenes.
Rágol es el municipio más occidental de esta comarca camino de la Alpujarra y que linda con la antigua Taha de Luchar; se ubica en la ribera del río Andarax, flanqueada de gigantescos eucaliptos, los cuales sombrean este pueblo de pendientes y callejuelas con un urbanismo de carácter musulmán a semejanza de las medinas magrebíes. Con sus cultivos al frente del pueblo en los márgenes del río, Rágol presenta el topónimo más enigmático de la zona, que aún está por esclarecer, aunque se constata el asentamiento cultural musulmán a lo largo de ocho siglos. Posiblemente elegido por su cercanía al río, sus fértiles tierras y como último bastión estratégico de camino a la Alta Alpujarra. Durante el siglo IX se llevó a cabo en la comarca una actividad colonizadora de unos 20 castillos con carácter defensivo en una zona conflictiva debido al carácter autónomo de sus pobladores, reacios a convertirse al Islam, bien pudiera ser el primer asentamiento en Rágol. Posteriormente, en el siglo XIV, estando constituido el Reino de Granada, Rágol pertenecerá a la Taha de Marchena, nueva unidad administrativa en la que los sultanes nazaríes dividieron el territorio alpujarreño, la cual constaba de 10 alquerías, gobernadas desde Marchena, donde estaba la fortaleza principal y residía el gobernador, tradicionalmente la familia Al-Nayar o Infantes de Almería.
Tras la rendición de Baza y las capitulaciones de Almería en 1490, Rágol deja de ser musulmana para comenzar su Historía Moderna bajo la égida de un nuevo poder político y religioso, al concederse la Taha de Marchena a don Gutierre de Cárdenas y Chacón, como señorío, por los Reyes Católicos, en 1494, en recompensa por su ayuda prestada en la Reconquista; posteriormente, con su hijo, se crea el Ducado de Maqueda, dando nombre a la comarca. A lo largo del siglo XVI, Rágol será testigo de una época de intensos cambios políticos, sociales y económicos, condicionados por las rebeliones sucesivas de los moriscos (entre ellos, los moriscos ragoleños), hasta el estallido final de éstos en 1568, con su derrota y expulsión definitiva en 1570. "Campos de Rágol" Los siguientes siglos, XVII y XVIII, serán de transición y recuperación de la crisis demográfica y económica que conllevó la expulsión de los moriscos, y posterior repoblación por cristianos viejos en 1574. El siglo XIX se inicia con un ambiente liberal, que marcará uno de los hechos más trascendentales para el municipio de Rágol, su nuevo régimen de independencia a nivel jurídico y administrativo, consecuentemente a la abolición de los señoríos en 1835. También, el nuevo cultivo de la uva de Ohanes, que se generaliza en este siglo, será importante para el pueblo, al haber un mayor aporte de riqueza y un crecimiento demográfico notable, y nuevas construcciones de carácter burgués, sobre todo en la parte baja del pueblo. Esta situación continúa en las primeras décadas del siglo XX para su interrupción posterior, como consecuencia de una gran sequía y problemas sociales que enlazan con la Guerra Civil y una dura posguerra. Actualmente, sequía y despoblación son los principales problemas del pueblo y la comarca, los cuales están siendo superados por nuevas políticas comarcales y ayudas de la Unión Europea para emprender diferentes cultivos alternativos que palien los problemas agrícolas del momento.
Economia.
 Desde la Edad Media la agricultura ha sido la principal actividad económica desarrollada por la población de Rágol, cuya finalidad era el autoabastecimiento, la especialización de productos para la exportación y el máximo aprovechamiento del agua. Los musulmanes, buenos agricultores y maestros en la utilización del agua, crearon una serie de acondicionamientos hidráulicos desde el río para los cultivos de regadío, que aún hoy en día están vigentes. Estas tierras, en los márgenes del río, se dedicaban a frutales, hortalizas, alheña, moreras, vides, etc. También cultivaban amplios secanos para la produción aleatoria de cereales y leguminosas. Los productos especializados para la exportación fueron la seda, el aceite y la uva de pasificación. A partir del siglo XV, con los nuevos repobladores, la actividad agrícola será tan intensa que el paisaje agrícola se transforma en buena medida, se mantienen los cultivos de regadío y los cultivos para textiles, pero se van a intensificar los cultivos de secano, como los cereales y leguminosas, abarcando una mayor superficie, en detrimento de los cultivos tradicionales musulmanes. "Calle zona alta" "Casas Típicas" Será durante el siglo XIX cuando cambie de forma radical la agricultura tradicional, desaparecen los cultivos de exportación, apareciendo un nuevo cultivo que ocupará mayor superficie de regadío, la uva de Ohanes, que va a caracterizar a la comarca por su especialización. Con la caída de precios y el cierre de los mercados internacionales en las primeras décadas del siglo XX, decae el cultivo de la uva. En la década de los sesenta aparece un nuevo cultivo alternativo: los cítricos. En los últimos años, debido a las dificultades de comercialización y a los bajos precios de la uva, se está llevando a cabo una política de arranque controlado del parral, proponiendo otros sustitutos como el olivo y la uva de tipo «apirena», más solicitada en el mercado. Rágol se encuentra entre los principales productores de uva, y en menor cantidad los cítricos. La horticultura y frutales tienen poca representación, aunque sus peras son famosas, ya ponderadas por el poeta almeriense Villaespesa en su obra «Aben Umeya».
 
Rutas Turisticas.
Aquí podrá disfrutar de un bonito recorrido por las más espectaculares rutas, le resumiremos un intinerario que si lo realiza descubrirá lugares inolvidables.
Rágol es el municipio más occidental de esta comarca camino de la Alpujarra y que linda con la antigua Taha de Luchar; se ubica en la ribera del río Andarax, flanqueada de gigantescos eucaliptos, los cuales sombrean este pueblo de pendientes y callejuelas con un urbanismo de carácter musulmán a semejanza de las medinas magrebíes. "Montañas de Rágol" "Vista General de Rágol" Con sus cultivos al frente del pueblo en los márgenes del río, Rágol presenta el topónimo más enigmático de la zona, que aún está por esclarecer, aunque se constata el asentamiento cultural musulmán a lo largo de ocho siglos. Posiblemente elegido por su cercanía al río, sus fértiles tierras y como último bastión estratégico de camino a la Alta Alpujarra. 
Monumentos.
Construcciones de nuevo cuño cambiarán la fisonomía de Rágol, intentando darle un carácter más castellano, tarea difícil en un pueblo laberíntico, sobre todo en su parte alta. Entre ellas surge la actual iglesia parroquial, dedicada a San Miguel, si bien el patrón del pueblo es San Agapito. Es un templo de estilo mudéjar, del tipo de iglesias de cajón, construido en el siglo xvii sobre la anterior, que fue incendiada por los moriscos y posteriormente restaurada en 1861. Destaca su notable techumbre de madera, una armadura de limabordón decorada con paños de estrellas de ocho puntas y lazo de cuatro. "Calle de Rágol" 
Gastronomia.
La gastronomía representa la cultura de un pueblo. Está influenciada por el clima, la economía, los recursos naturales del lugar, las estaciones del año y las festividades religiosas. En los fríos días de invierno, cuando la lluvia hace su aparición, es costumbre cocinar migas de harina o de pan, acompañadas con caldo de pimentón , pimientos y tomates secos fritos, pescado y tajadas, todo ello regado con un buen vino de la tierra. También se consumen los pucheros, cocinados en sus diferentes formas: trigo, calabaza e hinojo, que preparan el cuerpo para un duro día de trabajo. En los calurosos días del verano son refrescantes los gazpachos y ensaladas del tiempo. Además son características las fritadas de conejo con pollo y las gachas con caldo de pescado, aprovechando la temporada de mayor esplendor de las verduras. Durante todo el año se degustan los embutidos como morcilla, chorizo, longaniza, blanquillo .... y derivados del cerdo que se elaboran antes de la Navidad, en las famosas matanzas que suelen reunir en torno al ritual, a familiares y amigos que pasan unos días de fiesta y trabajo en una tradición difícil de perder. En Navidad se elabora la repostería típica de esta fechas, las tortas de chicharrones y manteca, el pan de aceite, los suspiros y los mantecados. Con la llegada de la primavera y coincidiendo con Semana Santa, los condimentos se adaptan a la prohibición de la carne y a los productos vegetales que afloran en la vega. "Gazpacho" Se preparan los potajes de cuaresma con albóndigas de bacalao y como postre los roscos fritos y los buñuelos acompañados con anís. No podemos olvidar los famosos hornazos de San Marcos, bollo de pan con aceite adornado con huevo y que según la tradición hay que romperlo en la cabeza del más despistado. 
Fiestas.

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