sábado, 2 de agosto de 2014

LA ALCAZABA Y EL CASTILLO DE LOS REYES CATÓLICOS


En este último artículo de la Alcazaba donde se trata del Castillo existente dentro de la fortaleza, hay que decir primeramente que los Reyes Católicos toman la ciudad de Almería oficialmente el 26 de diciembre de 1489, porque Fernando e Isabel, llegaron unos días antes y fueron recibidos por el último rey musulmán El Zagal. Los Reyes Católicos y de eso hablaremos en otros capítulos venideros, cristianizan la ciudad y quieren transformarla en una ciudad conventual, fundando una serie de conventos, pero no dejaron atrás el monumento estandarte de la ciudad: La Alcazaba de Almería, por ello sus primeras miras fue hacia dicho monumento al que querían convertir en una fortaleza adaptada a la artillería y utilización de nuevo armamento, para ello como la Alcazaba no estaba preparada, ordenan construir en el lugar más alto del cerro, un castillo, que comienza su construcción en el año 1490 y termina en el año 1534 ya en tiempos del nieto de los Reyes Católicos Carlos I de España y V de Alemania.
 Se trataba de una potente construcción militar, situada en el extremo occidental de la Alcazaba, capaz de poder resistir los asedios que pudiesen producirse una vez atravesados los dos recintos de la fortaleza. Es el recinto más pequeño y tiene planta triangular. Desde los restos del Palacio del Rey Almutasim, podemos ya observar la robustez de torreones circulares que dan paso al castillo cristiano con sus troneras características. de esa robustez y torreones circulares destaca única torre cuadrada del recinto y la más importante: la torre del Homenaje, donde podemos observar un hueco grande que al parecer estaba preparado para albergar el escudo de Carlos I que fué quién finalizó la torre. En las últimas investigaciones se ha estudiado que el escudo nunca estuvo presidiendo la torre pero sí que se observa perfectamente que estaba preparado para ello. En el perímetro de todo el castillo cristiano nos encontramos con torreones o cubos circulares, adarves a su alrededor y las troneras (las ventanas con forma circular y cruz perforada). La construcción es de sillares de piedra pero también se utiliza la mampostería. Antes de entrar al castillo había un foso, donde todavía se observa parte de él y un puente levadizo para poder entrar al castillo. Al castillo se accede por una puerta lateral y que después conformaría una entrada en recodo con otras dos entradas más para no hacer fácil el acceso. Una vez que se entra al castillo se observa el gran patio de armas que estaba dividido en dos partes. En la actualidad hay un escalón sobresaliente que existe casi a la mitad del recinto, que recorre de un extremo del mirador existente del recinto hasta la entrada principal de la torre del Homenaje . Ese muro tenía una función defensiva de acceso a los dos patios. La entrada principal de la torre del Homenaje fue la línea divisoria del muro de separación entre los dos patios de armas. Para salvar el primer patio, tenía que entrar por la entrada principal de la propia torre del Homenaje, una vez que se accede hay que salvar otra puerta (que todavía existe) que lleva a un pequeño zaguan donde se encuentran las escaleras de subida a la torre del Homenaje. En dicho zaguán hay otra puerta que es por la que se accedería directamente al segundo patio de armas. Todo estaba muy bien pensado para hacer inexpuganable el castillo cristiano.
La torre del Homenaje, es la más importante de las que rodean al patio de armas y es una construcción cuadrangular de potentes muros donde destaca el cuerpo sobresaliente que se adelanta que tiene una portada de finales del gótico, perteneciente al gótico isabelino, que la preside un arco conopial que alberga restos de los Reyes Católicos. Junto a la fachada se encuentra el otro cuerpo saliente de la torre del homenaje que correspondería con el segundo patio de armas, que contiene en la parte superior una ventana a modo de hornacina. En el gran patio de armas se encuentra un silo, donde se guardaba el grano y que también en algún momento podría haber servido como función de mazmorras. Frente al silo se encuentra la torre de la noria o del viento, que posee todavía el pozo de la noria,quizá del siglo XI, remontándose al Rey Almutasin quién ordenó que desde la fuente de abluciones patio de la Mezquita Mayor se subiese el agua hasta la Alcazaba. Al parecer, alrededor de la torre de la noria había un pequeño huerto para manutención de la guarnición, ya inexistente. También destacar en el patio de armas los aljibes subterráneos que allí se encuentran y no son visibles ni visitables. Alrededor de todo el conjunto del patio de armas existe el adarve o parapeto donde se sube mediante unas escaleras. Una vez subidas las escaleras, se llega a la parte superior de la torre de la Polvora, donde se observan unas vistas poderosas de la bahía de Almería y la Chanca. Desde la parte superior del adarve se puede continuar hasta que se observa una interrupción, debido a que allí existía la torre del Polvorín que estalló fortuitamente en el siglo XVIII y destruyó el muro que continuaba el adarve. Ese hueco ha dado lugar a que se reconstruya el muro, levantándolo más alto y se convierta en un magífico mirador del puerto y de la ciudad. Ese estallido, fué el que destruyó el muro de división de los dos patios de armas, convirtiéndose desde ese momento en un solo patio sin división alguna. El estallido, incluso se puede observar en los daños que sufrió la torre del Homenaje. La torre de la Polvora, en el otro extremo del patio, alberga en su interior cañones del siglo XVIII y su nombre se debe a que allí se almacenaban explosivos en el siglo XVIII Tras este relato del castillo cristiano , finalizamos la historia del monumento estandarte de Almería, que la abraza y protege desde su fundación en el siglo X: LA ALCAZABA .
Publicado por Maribel García Sánchez en Almeria Cultural.